nLa sonrisa, la alegría y la emoción de las personas fueron los pinceles que pintaron de rojo, blanco y azul el corazón del Paraguay.
nPor primera ves en la historia nos hemos sentido totalmente Paraguayos. No existían diferencias, al contrario todos parecíamos solo una persona.
nHa renacido el sentido de pertenencia, al ritmo de nuestro idioma Guarani.
nLa bandera Paraguaya llegaba al cielo al romper gargantas con la canción Patria querida.
nNiños, jóvenes, adultos y ancianos se han unido para festejar EL BICENTENARIO PARAGUAY. MOMENTOS inolvidables que no solo quedarán grabados , impresos y escritos, si no que quedarán guardados en nuestros corazones, como el tatuaje, jamás se borrarán.
